jueves, 26 de junio de 2014

APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL
Ximena Soruco Sologuren, en la investigación para el fortalecimiento del Estado boliviano dentro del proceso de cambio “Apuntes para un Estado Plurinacional”, señala dos Bolivias, una indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre asentada en el occidente y otra moderna, con un mestizaje regional, exportador y próspero, en el oriente[1], las cuales analizaremos y arribaremos a una conclusión.
Las elecciones generales del 18 de diciembre de 2005 fueron resultado de la crisis política de junio de 2005 que derivó en la renuncia y posterior sucesión constitucional de Carlos Mesa, bajo el acuerdo congresal de aprobar la convocatoria a elecciones nacionales y la realización de elecciones para prefectos departamentales. Este acuerdo incluyó además la realización simultánea del referendo sobre autonomías departamentales y la elección de constituyentes para julio de 2006. El proceso electoral dio como partido ganador al Movimiento al Socialismo, pero lo que generó mayor sorpresa fue la contundencia de esta victoria: el MAS ganó con una votación del 53.7%; el más alto porcentaje de todo el periodo democrático iniciado en 1982.
La Bolivia Indígena, en el actual territorio se desarrollaron a lo largo de la historia, antiguas culturas precolombinas como la Tiahuanacu, la Cultura Hidráulica de las Lomas y el Imperio Incaico y el Imperio español, que dominaron el territorio hasta que el país se independizó en 1825, año a partir del cual adoptó el nombre de Bolivia. Al haber heredado las tradiciones del mestizaje colonial y las culturas precolombinas, es un país multiétnico y pluricultural, rico en la mezcla de tradiciones y folklore de habitantes mestizos, indígenas, blancos descendientes de criollos, afro bolivianos, y en menor proporción, de migrantes europeos y asiáticos.
El término «indígena» acuñado como denominativo para los pueblos originarios del continente, en Bolivia se utiliza principalmente cuando se alude a los habitantes de las regiones tropicales de la Amazonia y el Chaco y no así para los pueblos altiplánicos que, por sus características culturales y productivas, su organización tipo sindicato agrario y su percepción de la identidad étnica son clasificados y se consideran "campesinos". En el Oriente, Chaco, y Amazonia se asientan numerosos pueblos indígenas que han desarrollado una gran capacidad de manejo del territorio y que en la actualidad están luchando por su protección y por el uso adecuado de los recursos naturales.
La Bolivia moderna, denominada así al Departamento de Santa Cruz, la élite y sus intelectuales orgánicos defienden el statu quo a través de argumentos racistas, no sólo en 1996, sino en cada coyuntura en la que sienten amenazada la gran propiedad de la tierra. Los discursos racistas de la élite defendían el latifundismo regional; lo que aún faltaba analizar era una cuestión bastante más complicada: si el discurso racista justifica el latifundio, ¿es al mismo tiempo posible pensar que en la misma estructura agraria de Santa Cruz radique la explicación para la vigencia de un racismo tan radical?
En este sentido, el pensamiento como las prácticas sociales dominantes se desarrollaron en torno a un habitus colonial, haciendo que en Santa Cruz el racismo se consolide como lógica política y social de la élite a lo largo del tiempo, en Santa Cruz, varios episodios históricos hicieron posible que el “colla” se consolide como el enemigo central y que el indígena de tierras bajas fuera marginalizado en el discurso político regional. Su origen ajeno a la región, su migración masiva a la región y su resistencia al poder junker (terrateniente, latifundista), son algunos de los factores que convirtieron al “colla” en el chivo expiatorio perfecto para el discurso cruceño; junto con el Estado, explican todas las desgracias posibles y se constituyen como el clásico enemigo ideológico. El indígena oriental, en cambio, ha pasado a jugar un rol menor en lo discursivo y es menospreciado por la élite cruceña como posible amenaza.
El progreso del Estado desde la perspectiva empresarial es considerada la base del desarrollo es la consolidación de un proyecto común que todos deben compartir eliminando cualquier regionalismo. El crecimiento de cada departamento no solo afecta a sus habitantes sino al resto del país. “Cada departamento no solo crece como departamento sino como país, pero para ser parte de ese desarrollo de país se necesita tener una buena relación entre todos, en vez de regionalistas tenemos que ser nacionalistas”.
BIBLIOGRAFÍA.
Soruco Sologuren Ximena, investigación para el fortalecimiento del Estado boliviano dentro del proceso de cambio “Apuntes para un Estado Plurinacional”.



[1] Soruco Sologuren, X. Apuntes para un Estado Plurinacional, La Paz – Bolivia, P. 9.

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